La gripe y el resfriado son dos dolencias habituales en los meses fríos. Ambas son enfermedades infecciosas respiratorias provocadas por un virus, pero su virulencia y desarrollo pueden ser muy diferentes.
A continuación, te explicamos las diferencias entre estos dos tipos de enfermedades, sus síntomas, algunos consejos para aliviarlos y, finalmente, qué signos deben avisarte de que es hora de visitar al médico.
Similitudes y diferencias entre gripe y resfriado
A veces puede resultarnos difícil diferenciar entre una gripe y un resfriado. Estas son algunas claves que pueden ayudarte:
Vía de contagio
Tanto la gripe como el resfriado son provocados por virus de transmisión aérea o por gotículas. Es decir, estos virus viajan en pequeñas partículas de saliva o moco que quedan suspendidas en el aire que respiramos, o bien, que se adhieren a las superficies, de ahí a nuestras manos y, finalmente, a nuestra boca, nariz u ojos al tocarnos.
Por eso, tanto para la una como para la otra, las medidas de prevención son las mismas: ventilación, evitar aglomeraciones y lavado frecuente de manos. Además, para la gripe contamos con una vacuna anual que reducirá el riesgo de contagio.
Patógeno vírico
Tanto gripe como resfriado se deben a la acción de un virus respiratorio, es decir, un virus que se adhiere y prolifera en nuestras mucosas respiratorias (nariz, garganta, laringe, bronquios…).
En el caso de la gripe, se trata del virus de la influenza de tipo A o B. En el caso del resfriado, pueden estar implicados diferentes tipos de virus que, en esencia, provocan los mismos síntomas. El más habitual es el rinovirus.
Los virus no son susceptibles a los antibióticos, por lo que tomar antibióticos al resfriarse no sirve de nada. No obstante, es posible que, si el médico sospecha de sobreinfección con una bacteria (por ejemplo, en algunas bronquitis), pueda prescribir antibióticos puntualmente.
Síntomas
Aunque los síntomas de resfriado y gripe son similares, encontraremos diferencias sobre todo en su intensidad. En esta tabla podrás ver fácilmente estas diferencias:
Signos y síntomas | Resfriado | Gripe |
Inicio de los síntomas | Gradual | Repentino |
Fiebre | Poco frecuente, leve | Habitual, de moderada a alta |
Dolor muscular | A veces, leve | Habitual, de leves a graves |
Escalofríos | Poco frecuente | Bastante habitual |
Fatiga, debilidad | A veces | Habitual |
Rinorrea, estornudos | Habitual | A veces |
Tos | De leve a moderada | Habitual |
Obstrucción nasal | Habitual | A veces |
Dolor de garganta | Habitual | A veces |
Dolor de cabeza | Poco frecuente | Habitual |
Desarrollo de la patología
Finalmente, el curso natural de la enfermedad también es distinto. Mientras que el resfriado es una infección autolimitada con una duración máxima de entre 5 y 10 días, con síntomas leves la mayor parte del tiempo, la gripe, en cambio, es más grave y tiene una duración mayor, de hasta 3 semanas.
De hecho, en personas mayores, mujeres embarazadas y otras personas vulnerables, la gripe puede llegar a ser una enfermedad de alto riesgo. Por eso, los planes de vacunación anuales suelen recomendar la inmunización en estos grupos.
Consejos para aliviar los síntomas de gripes y resfriados
Afortunadamente, para la mayoría de las personas, tanto la gripe como los resfriados comunes se pasan solos al cabo de unos días. No obstante, es recomendable descansar lo suficiente, evitar el contacto excesivo con otras personas (para prevenir la propagación de estos virus), beber muchos líquidos para evitar la deshidratación y tomar otras medidas higiénicas y de autocuidado que nos ayuden a pasar los síntomas con el máximo confort posible.
Algunas de las recomendaciones para lidiar con estos síntomas son:
- Tomar con frecuencia líquidos templados, como sopas o infusiones, que nos ayuden a calmar el dolor de garganta.
- Si no hay fiebre, tomar duchas o baños calientes. El vapor nos ayudará a calmar el dolor de garganta, favorecerá la expulsión del moco y reducirá la rinorrea y la congestión nasal.
- En caso de fiebre, en cambio, es mejor permanecer con solo una capa ligera de ropa de algodón (para favorecer la transpiración), y darnos duchas de agua templada.
- Si hay fiebre, dolor de cabeza y/o dolores musculares, podemos recurrir a analgésicos y antipiréticos de venta libre, bajo consejo farmacéutico, como el paracetamol o el ibuprofeno.
- Para aliviar la congestión nasal, los lavados nasales con agua de mar hipertónica ayudarán a despejar la nariz y eliminar el moco.
Cuándo acudir al médico
En ocasiones, las infecciones respiratorias pueden desarrollar síntomas graves que requieren atención médica. Los signos de alarma que deben llevarte a solicitar atención sanitaria son los siguientes:
- Problemas para respirar, sensación de opresión en el pecho o sensación de falta de aire (ahogo).
- Dolor intenso de cabeza.
- Vómitos o diarrea persistentes.
- Taquicardia.
- Pérdida de conciencia, aletargamiento o dificultad para mantenerse despierto.
- Debilidad extrema.
- Agravamiento de una condición previa.
También deberemos consultar con un médico si los síntomas de gripe afectan a un bebé o niño pequeño, a un anciano, una mujer embarazada, una persona con enfermedades crónicas o a cualquier otra persona que pueda ser vulnerable.