Las mucosidades que se secretan por la nariz o, coloquialmente, mocos, tienen una importante función protectora de nuestras vías respiratorias altas. El color de los mocos y su consistencia se modifica según las características de los patógenos o cuerpos extraños que entran en contacto con las mucosas nasales, por lo que nos pueden dar pistas de qué está sucediendo.
En este artículo vamos a ver qué significado puede tener el diferente color de los mocos y cómo aliviar la congestión nasal por exceso de moco.
Qué indican los diferentes colores de los mocos
El moco es una sustancia secretada por glándulas específicas que se encuentran en la mucosa nasal. Está constituido en un 95% de agua y de una proporción variable de mucinas (proteínas glucosadas responsables de la viscosidad del moco) y factores inmunitarios específicos (inmunoglobulinas) e inespecíficos.
La diferente proporción de cada uno de estos componentes es lo que hace variar el color y la textura. Veamos qué indica el color de los mocos.
Transparente
La secreción nasal transparente es la mucosidad normal o saludable. No obstante, cuando es muy abundante y aparece goteo nasal junto a otros síntomas (estornudos, picor, lagrimeo…) posiblemente estemos ante una rinitis alérgica, por ejemplo, por polen o polvo. Si aparece goteo nasal transparente y persistente tras un golpe o traumatismo, consulta con tu médico.
Blanco
La mucosidad blanca, espesa o turbia se debe a que el moco está menos hidratado (menor contenido en agua) y, en cambio, la proporción de células inmunitarias ha aumentado. Esto puede ocurrir en un resfriado común y también en una sinusitis (infección de las mucosas nasales).
Si es el caso, es importante asegurar la adecuada ingesta de líquidos para favorecer la expulsión del moco y acudir al médico si aparece fiebre alta varios días seguidos, dolor intenso de cabeza o cara y otros síntomas de alarma.
Amarillo
Como en el caso anterior, el moco amarillo suele ser también más espeso y tener un menor contenido en agua. El color amarillo proviene de su contenido en células inmunitarias que han muerto tras combatir microorganismos en las fosas nasales. Es decir, el color amarillo o marrón amarillento es un signo de infección activa, por ejemplo, un resfriado común o una infección bacteriana.
Verde
El moco verde y espeso es un signo clásico de infección en la cavidad nasal. Puede tratarse desde un simple resfriado hasta una sinusitis, por eso deberás fijarte especialmente en otros síntomas y consultar con tu médico si aparecen signos de alarma como dolor intenso de cabeza o cara, fiebre alta varios días seguidos o hinchazón.
En este caso, el color verde proviene de los restos de células inmunitarias con contenido en lactoferrina, una sustancia que produce nuestro organismo para combatir a los microorganismos.
Rosado/Rojo
El color rojo o rosa en el moco es signo de presencia de sangre. Esto puede ocurrir por irritación de la mucosa nasal, o bien por un golpe o traumatismo.
Si la presencia de sangre en el moco dura más de unas pocas horas o se produce sin haber traumatismo y en ausencia de otros síntomas, consulta con tu médico.
Café/anaranjado
Los colores naranja o café pueden ser signo de presencia de sangre antigua, por ejemplo, si se produjo un sangrado uno o varios días atrás y todavía queda algún resto en las fosas nasales. No obstante, también puede ocurrir por haber inhalado polvo, humo de tabaco u otras sustancias.
Negro
El color de los mocos negro puede aparecer en fumadores y personas que consumen drogas inhaladas. Sin embargo, el moco de color negro también puede ser un síntoma de infección por hongos en las fosas nasales. Si crees que puede ser tu caso, consulta con tu médico.
La importante función del moco
El moco nasal es una de las barreras protectoras frente a los gérmenes con las que cuenta nuestro organismo. Atrapa microorganismos que entran en las fosas nasales con el aire al respirar, pero también otras partículas, como polvo, polen o polución, evitando que penetren hacia vías más sensibles. Además, como hemos visto, el moco contiene células inmunitarias y sustancias que atrapan y desactivan los microorganismos, previniendo las infecciones y combatiéndolas si ya están activas.
Posteriormente, estas partículas se eliminan del cuerpo junto a la secreción mucosa, bien al sonarnos o mediante estornudos, o bien tragándolo cuando la mucosidad se excreta a la garganta por la vía nasal posterior.
Cómo eliminar el exceso de moco
Aunque tiene una función importante, la producción abundante de moco y su acumulación, especialmente si es espeso, puede ser muy molesto y provocar congestión, irritación y taponamiento nasal. Podemos poner en práctica algunos consejos para fluidificar el moco, ayudar a eliminarlo y, de esta manera, favorecer que pueda ejercer mejor su función.
Beber mucho líquido
La ingesta de líquido abundante ayudar a fluidificar el moco, evitando que se acumule. Es especialmente importante cuando hay mucosidades espesas y en caso de infección respiratoria, sobre todo en niños y ancianos.
Usar un humidificador
Un ambiente húmedo también es una buena medida adicional para mantener la mucosidad fluida y favorecer la excreción. Además, te ayudará a suavizar las mucosas nasales y la garganta, reduciendo la irritación.
Lavados nasales con solución de agua de mar para limpiar la nariz
Los lavados nasales con solución de agua de mar son una excelente forma de eliminar el exceso de moco y la mucosidad espesa, reducir la congestión nasal y ayudar a eliminar las impurezas y desechos de nuestras fosas nasales.
Los beneficios de la solución de agua de mar en la higiene nasal
La solución de agua de mar es un producto de origen natural y sin fármacos que ayuda a mantener la higiene nasal y a eliminar el moco y las impurezas que lo acompañan, favoreciendo un buen drenaje y aliviando la congestión nasal. De esta forma, ayuda a prevenir la aparición de complicaciones como la sinusitis.
Debido a que se trata de una técnica segura, se puede realizar tanto en niños pequeños como en adultos, una o varias veces al día si es necesario.
